María de la presencia… la presencia de María
Dios hizo su morada plenamente espiritual en María antes de la Encarnación del Verbo Eterno.
La Presencia divina inundaba el alma y la persona y la vida toda de la niña y de la joven María.
Con la Encarnación la Presencia espiritual trascendió en Presencia divina y humana en la Persona misma del Verbo Encarnado: Dios.